El mundo gira a una velocidad mucho mayor a la que puede seguir las universidades.
En la época de nuestros padres era muy sencillo, tenías que seguir el plan, confiar en tus maestros y terminar tus estudios te garantizarían un futuro tranquilo.
El simple hecho de ser Arquitecto, ingeniero o doctor te generaba un iman que atraía el trabajo.
Se olvidaban de seguir aprendiendo, simplemente ejercían con lo que les enseñaban y así se la llevaban hasta su jubilación.
Hoy en día somos muchas personas que aspiran poder vivir de su profesión, pero las escuelas te forman de una manera muy estándar.
Como si todos fuéramos máquinas en serie que puedes programar con la misma información y generan el mismo tipo de arquitectos.

Estoy de acuerdo que todos debemos tener una base en la cual partir, esto es lo que debe de ser la escuela.
Pero lo más importante que nos deben de enseñar en la escuela es el autoaprendizaje.
Enseñar al estudiante a tomar la responsabilidad de desarrollar sus talentos particulares.
Al desarrollar estas características únicas que todos tenemos podremos ver los problemas desde otra perspectiva, desde un punto de vista creativo.
Tal vez este es el motivo por el cual muchos de los arquitectos que transformaron el mundo nunca tuvieron una enseñanza formal.
La manera de desarrollar la creatividad es precisamente salir de lo establecido y ver las cosas de manera diferente.
Es imposible que existan planes de estudios especiales para los talentos de cada persona, pero cada quien puede dedicar parte de su tiempo a desarrollar sus talentos únicos.
Desarrollando sus talentos particulares pueden obtener otro enfoque, en el cual pueden lograr otras maneras de generar arquitectura.
Hoy tenemos claro que los arquitectos podemos trabajar en muchas áreas, como la divulgación, la investigación, el arte, el emprendimiento o un poco de todo.
Con la cantidad de contenidos que hay hoy en día por la red es muy sencillo aprender lo que tú quieras.
Entonces que pasaría si parte del plan de estudio consista precisamente en fomentar el autoaprendizaje.
Puede ser desarrollar algún pasatiempo, o talento que pueda generar otra gran idea que a nadie se le había ocurrido.
Imagina que exista una escuela que genere arquitectos únicos, excelentes y que aun dejando la escuela sigan aprendiendo por su cuenta, arquitectos que no tengan límite y exploten sus talentos particulares.
Imagino una clase en la cual en lugar de tener un plan de estudio sea un tutor que ayude a facilitarle al estudiante lo necesario para aprender esa nueva habilidad, una especie de red universitaria donde puedas aprender lo que quieras.
Hace años uno de los programas mas interesantes en los que participe se llamaba GAPI “Grupo avanzado de programación e informática” era un taller donde tu podías acceder y la escuela te facilitaba lo que requerías para aprender.
Lo que aprendas lo podías implementar para ayudar a los profesores y a la escuela.
En mi caso en un taller así aprendi 3d max, tuve acceso a manuales a personas con mas conocimientos y a maquinas a las cuales no podía acceder en aquel momento.
Con este conocimiento ayude a profesores a realizar documentales académicos multimedia que ayudaron a la escuela.
Imagina que algún arquitecto se le ocurra que quiera aprender algo relacionado a la administración, al marketing o al teatro, que la universidad fomente el poder acceder a esta y facilitar los recursos.
Esto es lo que pienso que sería la mejor manera de educar a los Arquitectos futuros y obtendríamos un sin fin de puntos de vista distintos.
Y estos arquitectos pueden continuar una vez terminado su estudio a mejorar su manera de trabajar.
¿Tu que piensas de esta idea?
Te invito a comentar, me encantaría saber tu opinion.

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