Nuestro cerebro es una estructura muy compleja y poderosa, que ha evolucionado durante millones de años.
La evolución es muy lenta, demasiado lenta.
Es por esto que aunque hoy en día intentemos resolver todo de manera muy racional, aún hay muchas cosas que nuestra mente primitiva es la que domina.
Según Daniel Kahnemanen su libro pensar rápido, pensar despacio, nuestro cerebro produce 2 tipos de pensamiento, el pensamiento rápido y el pensamiento lento.
El primero es instintivo y sucede sin que nos demos cuenta, consume muy poca energía y nos da las respuestas muy rápido.
El segundo es el pensamiento que requiere esfuerzo de parte nuestra, es más pesado y nos da respuestas mucho más pensadas.
Es por esto que instintivamente decodificamos los espacios y los colores (por el pensamiento rápido).
En su libro Hyperfocus de Chris Bailey y Genís Monrabá dicen que existen 2 tipos de pensamiento, el pensamiento enfocado y el pensamiento disperso.
Volviendo a la Arquitectura, nuestro trabajo consiste en generar la sensación requerida en cada espacio que diseñamos.
Para lograr esto podemos usar los sentidos para despertar el pensamiento rápido que genere la sensación requerida.
Ya sea olores, colores, texturas, volumen, etc.
Todo esto para entender el porqué nuestro cerebro reacciona de cierta manera según los colores.
Louis Khan estudio esto y comenzó lo que hoy llamamos neuroarquitectura.
Un estudio en una universidad hizo una prueba a un grupo de estudiantes, este consistía en un examen en el cual había preguntas de las cuales se requería pensamiento creativo para resolver o pensamiento analítico.
Colocaron un fondo azul en la mitad de estos y en otros un fondo rojo.
El que tenía el fondo azul obtuvo mejores resultados, sobre todo en las preguntas de pensamiento creativo, que los que tenían fondo rojo.
¿Y eso por qué?
El pensamiento disperso que es el principal generador de ideas creativas, para este pensamiento es necesario buscar la manera que nuestra mente divague para que podamos conectar los puntos.
Para provocar este pensamiento disperso se recomienda el caminar al aire libre, estar en espacios muy abiertos, distraerte, etc.
Volviendo al pensamiento rápido, tu cerebro interpreta señales, aunque tú no te des cuenta, una de esta señal es el color.
El color azul es el color más creativo, ya que nuestro cerebro por medio del pensamiento rápido lo interpreta como el cielo, el espacio abierto y fomenta el pensamiento creativo.
Caso contrario es el color rojo, el color rojo lo percibimos como peligro, como sangre y nuestro pensamiento rápido activa nuestro cerebro analítico y defensivo.
Así que ya sabes, el color puede generar pensamiento creativo o puede activar el pensamiento analítico.
Hay muchas otras cosas que generan estos pensamientos y la suma de ellos puede generar en mayor o menor medida la sensación que requieres.

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